qy los abetos brillan, el oro brilla intensamente. Al inicio de este mes de festividades, el metal precioso se encendió en los mercados y se disparó a las alturas. El lunes 4 de diciembre, la onza de 31 gramos cotizaba, en las primeras operaciones, a 2.135 dólares (1.986 euros), un nivel histórico. El oro alcanza un récord.
Pulverizó así su máximo anterior alcanzado en agosto de 2020, de casi 2.067 dólares la onza. En medio de la crisis del Covid-19, mientras la paralizada economía mundial caía en el letargo, los inversores, temblorosos, se sintieron presa de una repentina fiebre del oro.
Rebelote en marzo de 2022. La invasión de Ucrania por el ejército ruso liderado por Vladimir Putin encendió los fuegos especulativos de los mercados. Todo ardía y el metal amarillo volvía a tocar las cimas. Después de un período de respiro y respuesta, el oro recuperó impulso esta primavera y una vez más cruzó la marca de los 2.000 dólares la onza a mediados de abril. Pero es la fecha del 4 de diciembre de 2023 la que queda grabada en los anales, por haber registrado un nuevo máximo histórico.
Atractivo de los bancos centrales
El oro ya había salido de un relativo letargo cuando estalló el conflicto entre Israel y Hamás a principios de octubre. Las tensiones geopolíticas siempre revelan las compras de este metal, inevitablemente calificado de refugio seguro. Pero la chispa del brote se encuentra en las propuestas formuladas por Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), el 1oh Diciembre. O mejor dicho, en la elección de las palabras utilizadas por los inversores. Les gustaba escuchar que las tasas de interés habían “alcanza un nivel suficientemente restrictivo” y he apostado, sin demora, por un recorte de tasas a partir de marzo o mayo de 2024 para restaurar un poco de energía a una economía que se está debilitando. Inmediatamente, el dólar perdió color y su caída impulsó al oro al firmamento.
Sin embargo, el jefe de la Reserva Federal advirtió que era demasiado pronto para hablar de bajar los tipos y que no se podía evitar la posibilidad de subirlos si la inflación lo requería. ¿Algunos finalmente han descifrado todos los datos? El precio del oro ha experimentado un ligero descenso desde el 4 de diciembre, pero se mantiene por encima de la línea de 2.000 dólares. Es cierto que está respaldado por el atractivo que despierta entre los bancos centrales.
Muchos países, como China, desean cambiar moneda por oro metálico. El nivel de lingotes aumenta cada vez más y las cajas fuertes están repletas de oro. Los individuos pesan sus medias de lana cargadas con lingotes y napoleones. Para los poseedores de estos preciosos valores, es Navidad antes de tiempo…