El Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC) ha informado el inicio del primer computador cuántico en España, creado completamente con tecnología europea. Este logro simboliza un progreso importante en la autonomía tecnológica y el fomento de la ciencia abierta en Europa.
El Proyecto, que cuenta con un financiamiento de más de nueve millones de euros proporcionado por la iniciativa Quantum Spain, será parte de la Red Española de Supercomputación. Elaborado por la compañía Qilimanjaro Quantum Tech, este computador cuántico está concebido para enfrentar problemas complejos que van más allá de las capacidades de los sistemas informáticos tradicionales. Sus posibles aplicaciones abarcan la optimización del tránsito, el desarrollo de redes inteligentes y la elaboración de nuevos medicamentos y materiales.
A diferencia de los computadores convencionales, que manejan la información de forma secuencial, la computación cuántica posibilita la exploración de múltiples caminos a la vez, resultando en una velocidad y eficiencia mayores. Esta aproximación supone un cambio de paradigma en cómo se enfrentan y solucionan problemas complicados.
A diferencia de los ordenadores tradicionales, que procesan información de manera secuencial, la computación cuántica permite explorar múltiples rutas simultáneamente, lo que se traduce en una velocidad y eficiencia superiores. Este enfoque representa un cambio de paradigma en la forma en que se abordan y resuelven problemas complejos.
Es importante destacar que este nuevo sistema cuántico no reemplazará a las supercomputadoras tradicionales, sino que las complementará. La European High Performance Computing Joint Undertaking (EuroHPC JU) ha señalado que se trata de un «ordenador cuántico analógico» que se integrará con la supercomputadora MareNostrum 5 (MN5) del BSC. Esta integración forma parte de una estrategia más amplia para desarrollar un ecosistema de supercomputación de clase mundial en Europa.
Además, el proyecto prevé la creación de otro ordenador cuántico europeo que, junto con el de Quantum Spain, brindará soporte al MN5 en un sistema denominado MareNostrum-Ona. Esta iniciativa refuerza el compromiso de Europa con el desarrollo y la implementación de tecnologías avanzadas que impulsen la innovación y la competitividad en la región.
El presidente de la Generalitat igualmente alabó el proyecto, enfatizando el firme compromiso con la ciencia y la tecnología. Resaltó que esta tecnología está controlada con un enfoque público y busca servir al bien común, reflejando una visión compartida de progreso y desarrollo sostenible.
El presidente de la Generalitat también elogió el proyecto, subrayando la apuesta decidida y firme por la ciencia y la tecnología. Destacó que esta nueva tecnología está gobernada con criterio público y busca estar al servicio del bien común, reflejando una visión compartida de progreso y desarrollo sostenible.
Este anuncio se produce poco después de que la Comisión Europea seleccionara al BSC para albergar una de las primeras fábricas de inteligencia artificial de la Unión Europea. Este proyecto cuenta con una aportación de 62 millones de euros por parte del Gobierno, 14 millones de la Generalitat y 98 millones de EuroHPC. Estas iniciativas consolidan a Barcelona y al BSC como referentes en el ámbito de la supercomputación y la inteligencia artificial en Europa.
El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública enfatizó que España no perderá el tren de la revolución tecnológica. Destacó que uno de cada tres euros de los fondos europeos se destina a la transformación digital, y mencionó que el programa Kit Digital ya ha beneficiado a más de 600.000 pymes. Estas acciones reflejan el compromiso del país con la digitalización y la adopción de tecnologías emergentes.
La puesta en marcha de este ordenador cuántico marca un hito en la historia de la computación en España y Europa. No solo representa un avance tecnológico significativo, sino que también simboliza el esfuerzo conjunto de instituciones públicas y privadas para impulsar la innovación y garantizar la soberanía tecnológica. A medida que la computación cuántica continúa evolucionando, es probable que veamos aplicaciones aún más revolucionarias que transformarán diversos sectores, desde la medicina hasta la energía y el transporte.