En enero de 2025, Mark Zuckerberg, CEO de Meta, declaró una serie de cambios importantes en las políticas de moderación de contenido de la empresa. Una de las modificaciones más relevantes es la eliminación del sistema de verificación de hechos por terceros en plataformas como Facebook, Instagram y Threads. Este mecanismo ha sido sustituido por las «Notas de la Comunidad», una herramienta que habilita a los usuarios a añadir contexto a las publicaciones, promoviendo una moderación de contenido más colaborativa.
Zuckerberg defendió estos ajustes alegando que existe un «punto de inflexión cultural» y subrayando la relevancia de la «libre expresión». No obstante, esta medida ha suscitado inquietudes entre especialistas y defensores de la libertad de expresión. Catalina Botero, quien fuera copresidenta de la Junta de Supervisión de Meta, alertó que reemplazar a los verificadores de datos por notas de la comunidad podría deteriorar la calidad de la información y fomentar la desinformación en las plataformas.
La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha coincidido con estos cambios en Meta. Durante su campaña, Trump manifestó críticas hacia las grandes tecnológicas por presunta censura de voces conservadoras. En consecuencia, Meta ha intentado acercarse a la nueva administración. Un ejemplo de ello es la donación de un millón de dólares al fondo inaugural de Trump, siendo esta la primera ocasión en que la compañía hace una contribución de este tipo. Además, Zuckerberg y Trump han mantenido reuniones privadas, indicando una relación más cercana entre ambos líderes.
Estos movimientos han generado críticas de varios sectores. Algunos sostienen que Meta está anteponiendo intereses económicos sobre la integridad informativa y la seguridad de los usuarios. La abogada Catalina Botero manifestó su preocupación por la cooperación entre Zuckerberg y el gobierno estadounidense para resguardar a las compañías de medidas implementadas por la Unión Europea y Brasil, lo cual podría impactar negativamente en la libertad de expresión y aumentar la desinformación.
La eliminación de los verificadores de hechos y la adopción de las Notas de la Comunidad han desatado un debate sobre la efectividad de la autorregulación en las redes sociales. Los críticos argumentan que, sin una moderación apropiada, las plataformas podrían transformarse en un terreno fértil para la difusión de noticias falsas y discursos de odio. Por otro lado, quienes apoyan la medida postulan que darle poder a la comunidad promueve una diversidad de opiniones y disminuye la percepción de parcialidad en la moderación de contenido.
La eliminación de los verificadores de hechos y la implementación de las Notas de la Comunidad han generado debate sobre la eficacia de la autorregulación en las redes sociales. Críticos señalan que, sin una moderación adecuada, las plataformas podrían convertirse en caldo de cultivo para la propagación de noticias falsas y discursos de odio. Por otro lado, defensores de la medida argumentan que empoderar a la comunidad fomenta una diversidad de opiniones y reduce la percepción de sesgo en la moderación de contenido.
En este contexto, la relación entre las grandes tecnológicas y el gobierno estadounidense está bajo escrutinio. La colaboración entre líderes tecnológicos y la administración Trump podría redefinir el panorama digital, afectando la forma en que se regula y modera el contenido en línea. La comunidad internacional observa con atención estos desarrollos, conscientes de que las decisiones tomadas por empresas como Meta tienen implicaciones globales en términos de privacidad, seguridad y libertad de expresión.