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Los ultras republicanos brindan a Putin una gran victoria en Ucrania

Los ultras republicanos brindan a Putin una gran victoria en Ucrania
  • Tensin EEUU evita in extremis el cierre de su Administracin Pblica
  • Viaje Zelenski, a Estados Unidos: “Si no logramos la ayuda, perderemos la guerra”

La ultraderecha republicana ha dado a Vladimir Putin la victoria que no ha podido conseguir en el campo de batalla. El presupuesto que permite a la Administracin Pblica seguir operando durante 45 das ms, y que fue aprobado el sbado por la noche, cuando quedaban dos horas y 58 minutos para que sta cerrara, no incluye un dlar en asistencia militar o humanitaria a Kiev. La Casa Blanca quera un paquete de ayuda miliar y civil de 24.000 millones de dlares, que el Senado haba reducido 6.000 y ni aun as ha sido aprobado. La razn es la oposicin frontal del sector ms ultra del Partido Republicano en la Cmara de Representantes, que simpatiza abiertamente con Rusia en el conflicto. Con esa decisin, EEUU slo tiene recursos aprobados para continuar apoyando a Kiev durante unas pocas semanas ms.

Si el Congreso no logra aprobar ms ayuda, el flujo de armas de Washington a Kiev se secar. Aunque sa es una opcin poco probable, no debe ser descartada. Y, en todo caso, el mensaje que EEUU est enviando a sus aliados, a Ucrania y a Rusia es evidente: el liderazgo estadounidense en el conflicto est en cuestin, y lo va a estar ms a medida que las elecciones de 2024 se acerquen y el rechazo de la opinin pblica a dar armas siga creciendo. La decisin del congresista ultra Matt Gaetz de tratar de forzar la dimisin del presidente de la Cmara de Representantes, Kevin McCarthy, en parte por su apoyo a Kiev -y tambin en parte por pura y simple animosidad personal- puede aplazar an ms el apoyo a Kiev.

Quienes se oponen a la ayuda se concentran sobre todo en la Cmara de Representantes, aunque tienen algunos apoyos en el Senado, en especial el senador por Kentucky Rand Paul, un ultraliberal cuyo padre, Ron Paul, trabaja como comentarista en el canal ruso RT, antes conocido como Russia Today. Son un grupo minoritario, pero con suficiente poder como para amedrentar a gran parte de la bancada de ese partido, y con una tesis que se resume en una frase -algo muy importante en el mundo de la poltica del siglo XXI- y que tambin parece aterrorizar a los demcratas que controlan la Casa Blanca y el Senado: “Quien quiera dar ayuda a Ucrania demuestra que se preocupa ms por ese pas que por Estados Unidos”. La virulencia de esa actitud es tal que el Partido Republicano pas en tres das de exigir en la Cmara de Representantes un recorte del 10% del presupuesto en una serie de partidas que suponen alrededor de un tercio del gasto pblico de EEUU a conformarse con que stas se mantengan estables, siempre y cuando, eso s, no haya ayuda para Ucrania.

A eso se suma otros argumentos ms descabellados, como los temores de Paul la primavera de que la ayuda a Kiev suponga una oleada de hiperinflacin en Estados Unidos. Demostrar cmo una cantidad equivalente al 0,2% del PIB del pas, o al 0,7% del presupuesto del Estado federal puede causar un alza de los precios es algo que podra hacer que Paul, que es oftalmlogo de profesin, digno merecedor del Nobel de Economa. Y, finalmente, est el argumento de que Estados Unidos, no Ucrania, est sufriendo una “invasin” de inmigrantes indocumentados por su frontera con Mxico, y que sa debe ser la prioridad poltica de Washington.

Rechazo a Kiev

El rechazo a apoyar a Kiev es tal en ese grupo que el viernes por la noche Gaetz tuite indignado que McCarthy haba alcanzado un acuerdo secreto con los demcratas para, una vez superada la crisis, aprobar ms ayuda militar a Ucrania. Este domingo, Gaetz anunci que va a presentar una mocin para destituir a McCarthy. Es muy poco probable que la propuesta salga adelante, entre otras cosas porque los ultras son pocos y, adems, no tienen un candidato para reemplazar a McCarthy, que podra contar con el apoyo de la mayor parte de los republicanos y de una parte considerable de los demcratas. Pero la iniciativa podra retrasar an ms la entrega de ayuda a Ucrania.

Sin embargo, todava hay margen. El hecho de que la Ley aprobada por el Congreso y sancionada por el presidente, Joe Biden, el sbado por la noche no contenga ayuda a Ucrania no significa que el flujo de armas a Kiev se acabe ya. El Departamento de Defensa de Estados Unidos todava cuenta con unos 3.000 millones de dlares (2.830 millones de dlares) del ltimo paquete de ayuda Kiev, aprobado de manera prcticamente unnime por el Congreso en mayo. Eso significa que el flujo de armas podr continuar durante unos dos meses, aunque algunos medios de comunicacin en EEUU insisten en que la cifra es menor y slo hay dinero para unas pocas semanas ms. En todo caso, la carrera contrarreloj para ayudar a Ucrania ha comenzado.

Octubre va a ser el escenario de esa contrarreloj. Pero, incluso aunque la ayuda se apruebe, las perspectivas para 2024 no son en absoluto buenas. No es solo la cada del apoyo a Ucrania en el Congreso. Tambin lo es entre la opinin pblica. Y, finalmente, la propia confusin del Gobierno de Joe Biden, que no se aclara acerca de si va a dar o no a Ucrania misiles ATCMS y, si se es el caso, cuntos le dar y cundo, o de si apoya una solucin negociada al conflicto que incluira obligar a Ucrania a entregar a Rusia los territorios que ha ocupado por las armas. Kevin McCarthy incidi en esa idea el sbado, al tratar de justificar la exclusin de las armas para Kiev, cuando dijo que el Gobierno de Biden no ha presentado ninguna estrategia acerca de los objetivos que persigue EEUU con su apoyo a Ucrania. En realidad, la Casa Blanca ha repetido en innumerables ocasiones que deben ser los ucranianos quienes decidan las condiciones para el cese de las hostilidades. Y Kiev tiene un plan de paz -que fue reiterado por el propio presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la ONU hace dos semanas- que pasa por la retirada inmediata de las tropas de Rusia a las fronteras de ese pas.

Muestras de vacilacin

Pero tambin es verdad que el Gobierno estadounidense est dando cada vez ms muestras de vacilacin. Las relaciones entre Washington y Kiev se han deteriorado significativamente durante el verano, y en EEUU existe la percepcin de que Ucrania considera que los pases democrticos van a seguir apoyndole de manera indefinida e ilimitada. El general Mark Milley, que dej la semana pasada el cargo de jefe del Alto Estado Mayor de Estados Unidos, ha insistido en que para Ucrania va a ser muy difcil recuperar el 20% de su territorio nacional que le ha sido arrebatado por Rusia. Un jefe del Estado Mayor no hace esas declaraciones sin la previa autorizacin del secretario de Defensa, que a su vez tampoco las permite sin el visto bueno de la Casa Blanca.

Esa estrategia de dar dos pasos adelante y uno hacia atrs es algo que los republicanos pro-Putin estn aprovechando. Y que est obligando a los defensores de la ayuda a Ucrania a hacer contorsionismo para sacar adelante la entrega de armas. McCarthy, siempre maestro en el arte de hacer funambulismo sobre no unos, sino dos fosos -uno con cocodrilos de su propio partido, el otro con tiburones de sus rivales demcratas- volvi a incidir ayer domingo en televisin en la cuestin inmigratoria, y la vincul a Ucrania. “La prioridad para m es Estados Unidos y sus fronteras”, dijo, segundos antes de matizar que “apoyo que Ucrania tenga las armas que necesita”. La idea de McCarthy, que est luchando por su supervivencia como presidente (speaker) de la Cmara es vincular las dos cosas. Es una proposicin complicada, porque el ala izquierda demcrata rechaza de plano que se endurezca la poltica inmigratoria y, tambin, coincide con la ultraderecha republicana en dejar de apoyar a Ucrania, hasta el punto de haber realizado una propuesta al respecto (que tuvo que retirar rpidamente) que podra haber sido escrita en el Kremlin. De hecho, la representante demcrata Alexandria Ocasio-Cortez, una de las caras ms visibles de ese sector del partido, ha anunciado que va a votar a favor de la propuesta de Gaetz de destituir a McCarthy. Los extremos se tocan. Y Ucrania lleva las de perder.

El ao 2024, as, se presenta complicado para la ayuda a Ucrania. Apoyar a ese pas parece una proposicin destinada a perder las elecciones. El 55% de los estadounidenses dicen que el Congreso no debe dar ms ayuda a ese pas para defenderse de la invasin rusa, y un 61% afirma que ya han hecho lo suficiente por Kiev. Es un desplome del apoyo que tuvo esa poltica en los das posteriores a la invasin, y la Casa Blanca, en la ms pura tradicin del Partido Demcrata, parece paralizada ante la idea de tener que defender una posicin firme en poltica exterior. Joe Biden ha fiado su reeleccin a la economa, y no quiere cambiar esa hoja de ruta.

Por el lado republicano, la situacin es ms extrema. Donald Trump no se cansa de decir que si llega a la Casa Blanca, lograr un acuerdo de paz en 24 horas pero, desafortunadamente, no va a tratar de hacer eso hasta que gane -si gana- lo que significa como poco 15 meses ms de carnicera. Trump tampoco ha explicado en qu consiste su varita mgica para acabar con el conflicto -de nuevo, hay que votarle antes para saber la respuesta- pero dado que calific de “genial” la anexin del Donbs por Putin, y que profesa una evidente admiracin por el dictador ruso, no parece que su plan de paz vaya a pasar por la restitucin de las fronteras anteriores a la primera invasin rusa de Ucrania, en 2014, ni tampoco de la segunda, en 2022. El 63% de los republicanos apoyan que EEUU deje de dar ayuda a Kiev, segn el sondeo antes citado, lo que indica a las claras las preferencias de ese partido.

El resultado es que EEUU, que en 1994 prometi solemnemente defender a Ucrania a cambio de que ese pas renunciara a sus armas atmicas y las entregara a Rusia, est replantendose en 2024 si hacer con Kiev lo mismo que con Kabul en 2021, cuando la capital de Afganistn cay en manos de los talibn: marcharse y desear buena suerte a sus aliados. El mensaje parece ser: ganar las elecciones bien vale dar Ucrania a Putin.

By Noel Gómez

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