Corea del Norte celebró la nueva edición de su clásico desfile paramilitar con motivo de los festejos del 75º aniversario de la fundación del país. El líder Kim Jong-un estuvo acompañado de su hija y representantes de los gobiernos de China y Rusia, en una nueva señal de acercamiento. Además, participaron las «fuerzas paramilitares» en lugar de los soldados del ejército regular, y no se exhibieron armas vetadas por la ONU, como los misiles balísticos intercontinentales
El evento tuvo lugar en la Plaza Kim Il-sung de la capital Pyongyang. Estuvo encabezado por los denominados Guardias Rojos Obreros y Campesinos, una organización de defensa civil integrada por unos 5,7 millones de trabajadores y agricultores. Las imágenes de la prensa oficial mostraban brigadas paramilitares uniformadas y lanzacohetes sobre tractores o grandes camiones rojos, todo bajo la atenta mirada de Kim y de su sonriente hija.
Marcharon columnas de motocicletas y lanzaderas de misiles antitanque remolcados por tractores, detalló la agencia local KCNA, pero no se mostraron misiles balísticos intercontinentales ni otras armas estratégicas habitualmente presentes en grandes desfiles militares.
A lado de Kim estuvo en todo momento su hija, quien no aparece poco en público. La niña, que se cree es la segunda hija llamada Ju Ae, tendría unos 10 años. Fue presentada por primera vez al mundo en noviembre pasado en fotos de los medios estatales que la mostraban observando el lanzamiento de un misil balístico intercontinental del Norte con sus padres y otros funcionarios.
Además, en una época en que está cada vez más confrontado con Washington, Kim aprovechó la ocasión para mostrar sus vínculos con Moscú y Beijing, quienes desplazaron hasta el territorio peninsular una delegación diplomática de cada país. China estuvo representada por el vice primer ministro Liu Guozhong, a quien el líder norcoreano dio una «amistosa» bienvenida.
Kim y los representantes chinos coincidieron en su deseo de «desarrollar relaciones amistosas y cooperativas entre los dos países e intensificar aún más la coordinación y cooperación multifacética» entre ambas naciones.
Por su parte, Rusia envió otro grupo de diplomáticos rusos, y un conjunto de canto y danza. La prensa local relacionó la falta de altos funcionarios rusos a los presuntos preparativos para la reunión entre Kim y Putin, que Washington prevé ocurra este mes. Según algunos reportes estadounidenses, podría llevarse a cabo la próxima semana.
Se prevé que Putin asista a un foro internacional que se realizará del domingo al miércoles en la ciudad oriental de Vladivostok, la cual también fue el lugar donde se reunió por primera vez con Kim en 2019, y ahora es considerada una posible sede para su próxima entrevista.
Los mensajes de Putin y Xi Jinping
Según la radio pública norcoreana (KCBS), los mandatarios de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping, habrían enviado mensajes de felicitación dirigidos a Kim con motivo del nuevo aniversario fundacional de Corea del Norte.
Putin, citado por el Kremlin, felicitó a Kim por el aniversario, abogando por reforzar «los lazos bilaterales en todos los frentes».
«Esto redunda plenamente en interés de nuestros pueblos», afirmó, añadiendo que desde la proclamación del régimen de Pyongyang, las relaciones entre ambos países «se han basado en los principios de la amistad, buena vecindad y respeto mutuo«.
Xi, por su parte, habría reafirmado el compromiso de su país con el desarrollo de las relaciones históricamente amistosas entre ambos Estados, según los medios oficialistas norcoreanos.
«Para los norcoreanos es una nueva confirmación de que cuentan con el apoyo de China y una buena confirmación de que, desde la guerra de Ucrania, Rusia no tiene más remedio que apoyar a Corea del Norte», indicó el analista Andrei Lankov.
Este último desfile había generado expectación pese a su escala más reducida por tratarse del tercero vinculado a la milicia en lo que va de año y entre los interrogantes de si Kim asistiría, algo que finalmente fue confirmado.
El líder norcoreano podría viajar próximamente a la ciudad rusa de Vladivostok, según han informado varios medios, para reunirse con el presidente ruso con el objetivo de negociar un posible acuerdo de provisión de armas.
Con información de agencias