Dionisis-Fredi Beleri, ciudadano albanés de origen griego, fue encarcelado durante las elecciones municipales de mayo en la ciudad de Himare, al sur de Albania, por un supuesto delito de compra de votos. A pesar de ser arrestado dos días antes de las elecciones, Beleri consiguió ser elegido como alcalde de esta localidad, que cuenta con la mayor población de etnia griega de Albania, a la que pertenece el propio Beleri. La situación de la minoría étnica griega de Himare ha sido desde siempre objeto de disputas entre Grecia y Albania por los supuestos abusos que las autoridades albanesas cometían contra la población grecoalbanesa.
El caso Beleri ha ensombrecido las relaciones grecoalbanesas en los últimos meses, y Grecia podría ahora frenar la adhesión a la Unión Europea del país balcánico, provocando un retroceso en las campañas de adhesión de Macedonia del Norte y Albania.
Compra de votos
Según la fiscalía albanesa, Beleri habría comprado el voto de 8 ciudadanos. Sin embargo, de los 31 candidatos que fueron acusados por el mismo delito durante las elecciones locales albanesas, Beleri es el único que continúa detenido. El arresto, tal y como lo relató el propio Beleri en una entrevista, se produjo en plena calle y con un dispositivo propio de operaciones antiterroristas. Según el acusado, el Ejecutivo albanés pretendió atemorizar a los albaneses que querían dar su voto al político de etnia griega y continuar con sus medidas de confiscación de las propiedades de los ciudadanos de etnia griega de Himare.
Durante una entrevista al diario griego ‘Kathimerini’, Rama explicó que los otros candidatos acusados por compra de votos fueron puestos en libertad con cargos porque no fueron detenidos mientras cometían el crimen, como en el caso de Beleri. Además, el primer ministro albanés, defiende la independencia de los tribunales del país balcánico y defendió que el Ejecutivo no tuvo nada que ver con el arresto del político. A pesar que durante una de las vistas del juicio, uno de los testigos declaró que la Policía albanesa le había sobornado para que declarase contra Beleri, el político continúa en prisión, no ha podido jurar su cargo y en Himare gobierna el alcalde que perdió los comicios municipales de la pasada primavera.
Confiscación de propiedades griegas
Las tensiones entre Beleri y el Ejecutivo de Rama se incrementaron durante las elecciones locales cuando el político grecoalbanés sostuvo que fomentaría políticas destinadas a propiciar el helenismo en Himare, como la creación de escuelas donde se pueda estudiar en griego. En una entrevista en la televisión pública griega (ERT, por sus siglas en griego), Beleri afirmó que la intención de Rama es confiscar las propiedades que pertenecen a los griegos de Himare, de ahí la preocupación del Ejecutivo albanés de no perder las elecciones locales en esa localidad y explicó que hay pruebas que demuestran que las autoridades albanesas falsifican las declaraciones patrimoniales y modifican el ordenamiento territorial de la ciudad.
Bloqueo a la adhesión
Por su parte, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, sostuvo desde el principio la inocencia de Beleri y que Albania estaría atentando contra los criterios políticos establecidos por la Unión Europea a los candidatos a la adhesión. Estos, entre otras cuestiones, exigen la estabilidad de las instituciones destinadas a garantizar la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos y la protección de las minorías. Tras la celebración de la cumbre del pasado mes de octubre en Tirana, Mitsotakis declaró que Albania ha dado varios pasos atrás en lo que concierne el Estado de derecho y que «es importante que jure su cargo para que se desvanezca la sombra que cubre las relaciones grecoalbanesas». El próximo 22 de noviembre se realizará el juicio de Beleri a puerta cerrada, lo que suceda tras la vista, marcará el camino del futuro de Albania en la Unión Europea.
El denominado Proceso de Berlín lleva décadas intentando la adhesión de los 6 países de los Balcanes occidentales (Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Albania), prevista para el año 2030.