Emmanuel Macron tuvo una de sus semanas más intensas de su gestión con la llegada del Papa Francisco, la visita de estado del rey Carlos III y su demandante esposa, Camilla, más el Mundial de rugby. Bajo esa presión decidió anunciar a su país que Francia y sus soldados se retiraban de Niger, una de sus ex colonias bajo golpe de Estado. Y tras su entrevista de una hora con el Pontífice, aseguró que “el Papa tenía razón con salvar a los migrantes en el Mar Mediterráneo “ pero “Francia no podía recibir toda la miseria del mundo”
Macron habló el domingo por la noche, en el telediario d TF1 y Francia 2, a la hora de la cena.
Macron comenzó felicitando a los franceses: «Pocos países pueden afrontar los desafíos que conlleva esta medida», se alegró el jefe de Estado. Quiso agradecer » los voluntarios, funcionarios electos, policías y gendarmes”, que se movilizaron para organizar estos eventos. Lo vio como una señal alentadora, en previsión de los Juegos Olímpicos, que se celebrarán en Francia el próximo verano.
Después del llamado del Papa Francisco el sábado en Marsella a una mayor solidaridad con los migrantes y no dejarlos ahogarse en el Mar Mediterráneo, Macron estuvo de acuerdo con el pontífice.
«Cada vez que hablamos de este tema de la inmigración, hablamos de mujeres y hombres», afirmó. Aunque sostuvo que Europa es «el continente que más hace».
“Nosotros, los franceses, estamos haciendo nuestra parte. En nuestro país hay una media de 100.000 solicitantes de asilo cada año”, aseguró. Y para utilizar las palabras del ex premier socialista Michel Rocard, repitió: “No podemos dar cabida a toda la miseria del mundo”.
En cuanto a la actual crisis migratoria en Italia, con la afluencia de inmigrantes a Lampedusa, Macron cree que “el Ministro del Interior tenía razón”, al diferenciar a los inmigrantes de los solicitantes de asilo en Lampedusa.
El jefe de Estado quiere colaborar con Giorgia Meloni, quien, según él, logró evitar “una respuesta simplista y nacionalista, ” propugnada por quienes rodean al presidente del consejo italiano. «No podemos dejar a Italia sola», añadió Emmanuel Macron, felicitando la «responsabilidad» de Italia.
Política migratoria responsable
“Debemos, como europeos, condicionar mejor nuestra ayuda a una política migratoria responsable”, insistió Emmanuel Macron, distinguiendo entre países de salida y países de tránsito. El presidente quiere ofrecer a los Estados de tránsito, en la orilla sur del Mediterráneo, como Túnez o Libia, “asociaciones para evitar salidas”, como lo que están haciendo Londres y París en torno al Canal de la Mancha.
A medida que se acerca el proyecto de ley de inmigración, que se estudiará en el Parlamento en otoño, Macron quiere “ir mucho más rápido” en los procedimientos de solicitud de asilo. “El corazón de este texto es sobre todo acelerar y enviar de regreso de manera más efectiva a las mujeres y hombres ,que no están destinados a quedarse”, detalló.
Por último, sobre la regularización de los trabajadores indocumentados que ejercen profesiones en tensión, tema sobre el cual el Gobierno se enfrenta al veto de la derecha, el Jefe de Estado deseó que se llegue a un «compromiso» al respecto.
«Con las profesiones en tensión, primero debemos intentar asegurarnos de que sean nuestros compatriotas quienes vayan allí», moderó. Y agregó: “No habrá derecho incondicional a la regularización”.
Mientras el precio de la gasolina ronda los dos euros, Macron fue interrogado extensamente sobre la inflación y el poder adquisitivo de los franceses.
“El poder adquisitivo es la combinación de un salario y los precios de la vida”, dijo en primer lugar Macron, recordando sus esfuerzos en materia de creación de empleo. «El salario mínimo ha aumentado un 11%» desde el inicio de la crisis”, se congratuló también Macron, recordando su objetivo de una política de pleno empleo.
El Jefe de Estado mencionó la próxima conferencia social . Dijo que quería «trabajar con todos los sectores cuyo salario mínimo es inferior al salario mínimo legal». «No estoy a favor de indexar todos los salarios a los precios porque, en ese momento, creamos completamente un bucle inflacionario», añadió Emmanuel Macron.
El conflicto en Níger
“Francia retirará sus tropas y a su embajador de Níger, después de un golpe militar en el país de África occidental en julio”, dijo Macron.
Y agregó: «En las próximas horas, nuestro embajador y varios diplomáticos regresarán a Francia y pondremos fin a nuestra cooperación militar con las autoridades de Níger».
No dio un calendario para la retirada de 1.500 soldados franceses, desplegados en Níger para luchar contra los yihadistas. Pero dijo que se irían «de manera ordenada» en los próximos meses, con una retirada total «antes de fin de año».
La junta militar que derrocó a Mohamed Bazoum, el presidente elegido democráticamente, había exigido en repetidas ocasiones la salida de las tropas francesas y del embajador. Pero Macron se mantuvo firme hasta su concesión el domingo.
Macron señaló que se enviaron fuerzas francesas a Níger, una ex colonia francesa, en respuesta a una solicitud de su antiguo gobierno. Dijo que Francia seguiría reconociendo al presidente depuesto Mohamed Bazoum como «la única autoridad legítima». Añadió que ayer había hablado con Bazoum, aunque los golpistas lo tenían “retenido como rehén”.
Macron dijo que Francia coordinaría la retirada de las tropas «con los golpistas porque queremos que las cosas sucedan con calma».
Sin embargo, la retirada es una humillación para Macron, a quien le gusta promover el papel global de Francia. Es un golpe a la política francesa en África y al avance ruso en la región.
Francia se ha visto obligada a retirar sus tropas de los vecinos Mali y Burkina Faso en los últimos años, también tras golpes de estado. Se ha culpado a las agencias de inteligencia francesas de no prever las tomas de poder militares.
Un embajador de rehén
Las tensiones entre Francia y la junta de Níger han aumentado en las últimas semanas. A principios de este mes, Macron dijo que Sylvain Itté, el embajador francés, y otros diplomáticos, estaban atrapados en la embajada francesa en Niamey, la capital de Níger, y sobrevivían con raciones militares. Aseguró que estaban siendo “rehenes” de la junta, encabezada por el general Abdourahamane Tchiani, quien, según él, no tenía autoridad para ordenar su expulsión.
El mes pasado, la junta le dio a Itté 48 horas para irse. Después de que expiró el plazo sin su salida, los golpistas dijeron que estaban revocando su inmunidad diplomática.
Después de tomar el poder, la junta afirmó que el gobierno de Bazoum y las tropas francesas no estaban protegiendo a Níger de los insurgentes yihadistas.
Los golpes de estado en Níger, Malí y Burkina Faso han llevado al poder a líderes militares, que están decididos a distanciarse de Francia y parecen alinearse más con Rusia.La junta de Níger ha solicitado ayuda del grupo mercenario ruso Wagner, que se sabe que está presente en Mali. Nana Akufo-Addo, presidente de Ghana, ha dicho que los mercenarios de Wagner estaban presentes en Burkina Faso. Rusia negó el informe.
La muerte el mes pasado de Yevgeny Prigozhin, el jefe de Wagner, generó dudas sobre el futuro de la compañía militar privada. Pero informes de África occidental dicen que los mercenarios del grupo permanecen en varios países, como la república centroafricana, controlados por oficiales del GRU, el servicio de inteligencia exterior ruso.